Algarrobo es un pueblo de trazado morisco que se extiende sobre las faldas de dos colinas con espectaculares vistas al mar Mediterráneo. Siendo un municipio de paisaje costero, el núcleo urbano se encuentra en el interior, a tres kilómetros de la playa. Su fundación se remonta al período de dominación árabe. Paseando por sus sinuosas y empinadas calles llaman la atención las hornacinas en algunas fachadas para venerar a los santos.
Su costa cuenta con los núcleos de Mezquitilla, de tradición marinera, y Algarrobo Costa. Esta característica lo convierte en un excepcional destino para el turismo de sol y playa, pero también para los viajeros que quieran sumergirse en la historia y la cultura de esta localidad.
Su iglesia parroquial, la necrópolis fenicia de Trayamar y las torres vigías construidas desde tiempos remotos para custodiar el frente marítimo constituyen, junto a su costa, los principales atractivos de Algarrobo.
El municipio de Algarrobo es uno de los siete que componen la Ruta del Sol y del Vino, que combina lo mejor de la costa y del interior. Junto a un bello litoral de playas salpicadas de acantilados y calas, se suceden las lomas cargadas de viñedos, cortijos blancos y casas de labor donde se elabora el vino dulce, famoso desde la dominación romana.