Un pueblo blanco enclavado en la Sierra de Alfarnate, posee una rica herencia cultural que se remonta a la época árabe. Su nombre, derivado del árabe «Al-Farnat», evoca su pasado como importante productor de harina. A pesar de su tamaño, Alfarnatejo ofrece un viaje a través del tiempo, con lugares emblemáticos como la iglesia de San Miguel, de estilo mudéjar, y los restos del Castillo de Alfarnatejo, que ofrecen vistas panorámicas del entorno. La festividad del Santo Cristo de Cabrilla y San Miguel, celebrada en septiembre, es una explosión de color y tradición, con procesiones, música y bailes que reflejan la devoción y el espíritu festivo de sus habitantes. La gastronomía local, basada en productos de la tierra como el aceite de oliva, las almendras y las uvas, ofrece sabores auténticos que deleitan a los paladares más exigentes. El entorno natural de Alfarnatejo, rodeado de montañas y campos de olivos, invita a la práctica de senderismo y otras actividades al aire libre, permitiendo a los visitantes conectar con la naturaleza y disfrutar de paisajes de gran belleza. En resumen, Alfarnatejo es un tesoro cultural que combina historia, tradición, gastronomía y naturaleza, ofreciendo una experiencia única a aquellos que buscan descubrir la esencia de la Andalucía rural.