Fundado en 1591 por la orden de los Carmelitas Descalzos, este convento fue uno de los más importantes de Vélez-Málaga. Sin embargo, en el siglo XIX, durante el Trienio Liberal, se desamortizó el edificio, y en 1821 los monjes fueron desalojados. La iglesia pasó a ser propiedad del obispado de Málaga, mientras que el resto de las instalaciones, incluida su huerta, fue vendida a particulares, y la huerta se transformó en una plaza de toros.
En 1884, la iglesia fue desafectada de su uso litúrgico y convertida en teatro. Hoy en día, lo único que se conserva es su claustro, el Patio de la Meditación, que está integrado en los patios de los nuevos edificios, y el teatro. La fachada de la iglesia, de estilo manierista, es un importante testimonio de su pasado. A principios de la década de 1990, el teatro fue rehabilitado para recuperar su función como teatro municipal de la ciudad de Vélez-Málaga.