La Venta del Toro, situada al pie del pico del Chamizo, en el antiguo Camino Real entre Málaga y Granada, data del siglo XIII, aunque su actual estructura se originó en el siglo XVII. Fue una parada de descanso para viajeros, incluidos presos trasladados a la Real Chancillería. Es la más antigua de Andalucía aún en pie y ha sido testigo de la presencia de personajes históricos como reyes, políticos y bandoleros.
En su interior, destaca un calabozo donde pasó la noche el bandido Luis Candelas y una sala donde los presos eran retenidos. También se conserva un grillete de la época. La venta fue escenario de varios robos, incluyendo uno por una partida de bandidos en 1850. Hoy alberga un restaurante y el Museo del Bandolerismo Andaluz, y fue anteriormente un centro cultural con exposiciones y actividades diversas.