El alminar de Árchez, una joya arquitectónica almohade del siglo XIV, es hoy el campanario de la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación. Con una altura de 15 metros, su torre de ladrillo rojo presenta ornamentación con motivos vegetales y abstractos. Declarado Monumento Histórico Artístico en 1979, se conserva en buen estado. Una leyenda local cuenta que una lagartija quedó incrustada en una campana durante su fundición en 1876. Se cree que tocar o besar su relieve ayuda a encontrar pareja.