La fuente se encuentra al inicio de una de las calles más singulares de Arenas, pues contiene todos los ingredientes esenciales de las calles tradicionales andaluzas: estrecha, sinuosa, con cambios de pendiente, adornada con macetas y delimitada por casas encaladas.
El mosaico de la fuente muestra a dos mujeres lavando en el río, como se hacía antiguamente, esta calle paralela al río seguramente daba acceso al lugar donde se reunían las mujeres del pueblo para lavar la ropa.