Un encantador pueblo blanco en la provincia de Málaga, cuenta con una rica historia y patrimonio cultural que reflejan su pasado árabe y su tradición marinera. Su nombre, derivado del algarrobo, un árbol mediterráneo abundante en la zona, evoca su conexión con la naturaleza. A pesar de su tamaño, Algarrobo ofrece una visión fascinante de la cultura andaluza, con lugares emblemáticos como la iglesia de San Sebastián, de estilo mudéjar, y la Torre de Algarrobo, una antigua torre de vigilancia costera que data del siglo XVI. La festividad de San Sebastián, celebrada en enero, es una muestra vibrante de la devoción y el espíritu festivo de sus habitantes, con procesiones, música y bailes tradicionales. La gastronomía local, basada en productos frescos del mar y de la tierra, ofrece sabores auténticos que deleitan a los paladares más exigentes, como el pescado a la brasa, el gazpacho y los dulces tradicionales. El entorno natural de Algarrobo, con sus playas de arena dorada y su paisaje montañoso, invita a la práctica de actividades al aire libre y al disfrute de la naturaleza en estado puro. En resumen, Algarrobo es un destino cultural que combina historia, tradición, gastronomía y naturaleza, ofreciendo una experiencia única a aquellos que buscan descubrir la esencia de la costa andaluza.