Un municipio malagueño enclavado en la Axarquía, es un tesoro cultural que refleja su rica historia y su privilegiado entorno natural. Su nombre, de origen árabe, evoca su pasado andalusí y su tradición agrícola. A pesar de su tamaño, Benamocarra ofrece una visión fascinante de la cultura andaluza, con lugares emblemáticos como la iglesia de Santa Ana, de estilo gótico tardío con elementos mudéjares, y la Casa Museo de la Axarquía, que alberga una importante colección de arte y etnografía de la región. La festividad de su patrona, Santa Ana, es una muestra vibrante de la devoción y el espíritu festivo de sus habitantes, con procesiones, música y bailes tradicionales. La gastronomía local, basada en productos frescos de la tierra como el aceite de oliva, las almendras y las frutas tropicales, ofrece sabores auténticos que deleitan a los paladares más exigentes, como el batycate, un batido de aguacate único en la región, el ajoblanco y los dulces elaborados con frutas locales. El entorno natural de Benamocarra, rodeado de huertas y campos de frutales, invita a la práctica de actividades al aire libre y al disfrute de la naturaleza en estado puro. En resumen, Benamocarra es un destino cultural que combina historia, tradición, gastronomía y naturaleza, ofreciendo una experiencia única a aquellos que buscan descubrir la esencia de la Axarquía malagueña.