La Ermita de San Sebastián, original del siglo XVI, fue reconstruida en 1976 debido a su mal estado. La nueva estructura, situada 100 metros de su ubicación original en lo alto de la loma del Egido, es una copia exacta de la anterior. Tiene planta de cruz, con una armadura de par e hilera en la nave y una torrecilla octogonal sobre trompas en el crucero. La fachada está coronada por una espadaña triangular y presenta una puerta con arco de medio punto flanqueada por pilastras. A lo largo de los siglos, la ermita fue remodelada, y tras su demolición, se replicó manteniendo su fisonomía original, complementada con hermosos jardines.
La Iglesia de Santa Ana, fundada en 1505, data de finales del siglo XVI o principios del XVII. Fue reconstruida tras los daños de la sublevación morisca. Tiene planta de cruz latina, tres naves y armaduras de madera mudéjar. Destacan sus camarines rococó y varias imágenes, como el Jesús Nazareno (1941) y la Virgen de los Dolores (siglos XVIII-XIX). Los relojes de su torre fueron añadidos en los años 60. El cementerio, ubicado inicialmente frente a la iglesia, fue trasladado en el siglo XIX.