La ermita de la Virgen de la Esperanza, ubicada en el extremo sureste del pueblo, data del siglo XVII y destaca por su excelente conservación. Su planta es rectangular y su pórtico descubierto, con grandes arcadas de medio punto, prepara al fiel para el acceso al lugar sagrado. La entrada es sencilla, con un frontón triangular sobre semicolumnas, y todo el conjunto está construido en ladrillo, creando un contraste cromático con el blanco de las superficies. Encima, una espadaña con arco de medio punto complementa la fachada.