El pueblo, cobijado por las Sierras de Tejeda y Almijara, ofrece al viajero el contraste entre la imagen tradicional de este tipo de zonas y la adaptación a los nuevos tiempos.
Este municipio ofrece dos zonas diferenciadas: por una parte el pueblo, situado a escasos kilómetros de la costa en la parte alta del valle del río de su nombre y que conserva la fisonomía propia de los pueblos blancos de origen árabe y cuya actividad principal es la agricultura moderna de invernaderos y productos subtropicales. Por otra, su línea de costa destinada al turismo de sol y playa, con abundantes instalaciones hoteleras y playas limpias y cuidadas. En esta zona se encuentra el Faro en cuyos alrededores existen restos arqueológicos importantes de la época romana.