La Ermita de Torrox tiene su primera referencia histórica en 1627, según la historiadora Purificación Ruiz García, y fue construida gracias a las limosnas de los fieles católicos. En 1646, el Concejo Municipal solicitó a los frailes Mínimos que establecieran un convento, lo que se concretó en 1670 como hospicio y, finalmente, en 1710 como el «Convento torroxensis Madonna della Neve».
El edificio, ubicado en un mirador a la entrada del pueblo, fue un antiguo convento de la Orden de San Francisco con una iglesia de planta de cruz latina, destacando su armadura decorada con rosetas y un retablo plateresco en el Altar Mayor. Durante la Desamortización de 1836, el edificio fue expropiado y pasó a manos privadas, usándose posteriormente como almacén.
Actualmente, el edificio se destina a usos culturales, mientras que la Ermita sigue activa para el culto, albergando las imágenes de Ntra. Sra. de las Nieves y San Roque, patronos de Torrox. Cerca de la Ermita se encuentra el «Puente de las Ánimas», vinculado a una antigua calzada romana. La Ermita abre los sábados por la tarde para misa y está ubicada en la calle Almedina.