La Iglesia, originalmente una mezquita hasta 1505, conservó su alminar de ladrillo y estructura mudéjar, aunque reducida de tres a dos cuerpos por su inclinación. Su artesonado y campanario reflejan la influencia andalusí en el estilo mudéjar.
El 13 de noviembre de 1926, un incendio accidental destruyó la iglesia, consumiendo el retablo renacentista y la techumbre. Solo se salvaron algunos libros y el Cáliz del Sagrario. Su reconstrucción comenzó en 1944 gracias a colectas y donaciones, permitiendo la adquisición de nuevas imágenes más modestas.