Esta torre vigía, documentada desde 1497, se encuentra a unos 25 metros de altura, con forma troncocónica, 9 metros de alto y una circunferencia basal de 23,4 metros. Es visible desde la carretera nacional 340 en dirección a Málaga.
Su construcción responde a la necesidad de protección fronteriza tras la conquista, funcionando como marcador territorial y elemento defensivo. Junto con la torre de Calaceite y las del castillo bajo (actual Faro), protegía la costa de Torrox de los ataques piratas berberiscos, especialmente durante los reinados de Carlos I, Felipe I y Carlos III.
La torre destaca por su sobrio diseño, típico de la época, construido principalmente en mampostería, con refuerzos de piedra en las esquinas. Su estructura interior cuenta con dos plantas: la superior servía de hogar, equipada con chimenea y alacena. La azotea dispone de un pretil y, en ocasiones, torretas con aspilleras cubiertas con teja árabe.
Aunque su origen data del siglo XV, fue reformada en el siglo XVIII, adoptando la apariencia que conserva en la actualidad.