El jardín de la Casa de la Hoya fue encargado por José Sevilla Gaona a un jardinero malagueño, quien luego participaría en la creación del Parque de Málaga. Este cuidador vivió en la casa para mantener el esplendor del jardín.
Originalmente diseñado al estilo francés, presentaba setos recortados, flores exóticas y pavos reales que deambulaban por sus senderos. El jardín se dividía en dos niveles conectados por el «camino de Júpiter», con glorietas cubiertas de madreselva y jazmín, fuentes decorativas y una gran variedad de árboles frutales y plantas exóticas.
Aunque el jardín se mantuvo hasta los años 60, con el paso del tiempo sus especies desaparecieron, perdiéndose este rincón histórico que podría haber sido un valioso espacio verde para Torrox.